Ayer fue un día muy especial para el Instituto Arte y Espiritualidad de Santa Cecilia de Montserrat. La esperada visita de Sean Scully llenó la iglesia. Scully nos habló del sentido profundo que él otorga a su pintura, de su vocación de “trabajador” y de la simplicidad para intentar llegar al alma de todo el mundo, y también insistió en su idea de buscar la unión de personas y religiones como único modo de conseguir un futuro de paz y prosperidad. El artista pudo responder a las preguntas de los asistentes y después compartió con todos una pequeña merienda en el antiguo refectorio del monasterio.
La visita de Sean Scully ha sido doblemente fructífera, ya que ha incorporado dos nuevos frescos a su intervención artística en Santa Cecilia. Uno de ellos, en el único arco que había quedado desnudo, para dar mayor equilibrio al conjunto. El otro se tuvo que rehacer por problemas técnicos.
¡Gracias, Sean, y hasta pronto!