El antiguo monasterio de Santa Cecilia de Montserrat se encuentra en la parte septentrional del macizo, a 675 metros de altura, y al pie mismo de la pared de Sant Jeroni. Es un lugar privilegiado ya que tiene como telón de fondo en el flanco meridional los riscos más altos y emblemáticos de la montaña. El pico de Sant Jeroni (1.235 m.) es la cima más alta de toda la sierra. Al lado de levante se alza el imponente Cavall Bernat (1.110 m.), que tiene la forma de un menhir aislado. Se puede apreciar la silueta de la Pared de los Diablos y Los Patriarcas y también se entrevé la loma del Moro, donde hay un helipuerto de salvamiento. En posición frontal, las espectaculares figuras de San Benito y Santa Escolástica. Más allá se vislumbran Las Atalayas y el Collado de Mediodía. Los diversos canales de roca generan fuentes naturales, una de las cuales lleva el nombre de Santa Cecilia, y se nutre con el agua de lluvia.

El entorno es muy atractivo ya que la cara norte de la montaña, al ser sombría y húmeda, crea una vegetación densa y abundante. El conjunto se halla en una pendiente suave de la sierra, en una terraza natural que, mirando hacia el nordeste, ofrece unas vistas extraordinarias de los valles vecinos y del Pirineo, especialmente en días claros.

Las paredes que forman el muro frontal de Santa Cecilia ofrecen diversas vías de escalada y constituyen un lugar preferente para los escaladores. El lugar es también punto de partida habitual para muchos aficionados al senderismo.

La edificación pertenece al término municipal de Marganell y se encuentra al pie de la carretera BP-1103 que une la Abadía de Montserrat con la autovía A2 por Can Maçana.

© Fotos: Ula Serra / Dani Rovira / Museu de Montserrat